Hong Kong Phooey, es un can experto en artes marciales, un superheroe, un desfacedor de entuertos..

Como todo superheroe, que se precie, mantiene su identidad oculta, trabaja como conserje en una comisaria de policia, pero cada vez que tiene ocasión, va a salvar a la ciudad de los peligros que la acechan.

En realidad no tiene superpoderes, y ninguna habilidad especial, de hecho es un poco torpe, y las llaves que utiliza para atrapar a los malos, las ha adquirido gracias a su Libro de Kung-Fu de Hong Kong. De hecho no resolvería los casos si no fuese, por la inestimable colaboración del gato Spot, pero dejemos a Hong Kong Phooey, que mantenga la ilusión.

Después de recordar brevemente a este personajes de dibujos animados salido de la fábrica de Hanna Barbera, voy a hablar de su relación con el mundo del Arte y el artista callejero francés Invader.

Invader, está especializado en hacer obras con pequeños cuadros de colores formando un mosaico, en ciudades de todo el mundo. A diferencia de otros artistas urbanos, Invader no utiliza spray para crear sus obras. La peculiaridad de sus obras lo  han convertido en uno de los artistas callejeros más famosos del mundo, junto con el británico Banksy.

Invader, realizó su particular «Invasión», colocando 35 mosaicos por toda la ciudad, en su mayoría relacionadas con las artes marciales y su vinculación con la cultura popular, de ahí que nuestro perruno superhéroe, protagonizase uno de sus mosaicos. Lo colocó en un barrio tranquilo y acomodado llamado Happy Valley. Pero poco después la obra fue retirada por las autoridades, causando infinidad de protestas.

El artista francés rehízo la obra, y esta fue vendida en la subasta de Sotheby’s, La obra fue vendida por 1,96 millones de dólares hongkoneses a un coleccionista privado europeo, anunció Sotheby’s en un comunicado.

y para terminar el artículo de hoy, os dejo la canción de entrada de la serie.