Felisa y Colás, un matrimonio del entorno rural, fueron los protagonistas de otra de las series creada por Francisco Ibáñez en  1958, en concreto en el mes de agosto.

En ese mismo año producto del lápiz de Ibáñez nacieron, Mortadelo y Filemón, don Adelfo y la Familia Trapisonda.

Fue una serie muy breve, pues solo constó de dos entregas publicados en el semanario Pulgarcito en los números 1422 y 1423.

Era a media página, nueve viñetas cada historieta,contando con una viñeta para el título de cada historieta.

Sigue la linea tradicional brugueriana, de un chiste al final producto de un equívoco.

Paso a cubrir el espacio dejado por Piluca y su perro obra de Josep Escobar.

Felisa, es un tanto caprichosa y  parece que ansia el estilo de vida de la ciudad y para eso no duda en pedirle una serie de cosas a su amado Colás, que siempre está dispuesto a cumplir con los deseos de su amada aunque sea a su ruda manera.

Para que quede claro de que entorno proceden, Ibáñez no duda en remarcarlo  utilizando algunas expresiones como paice, señoritingos, siñores.

En una de las viñetas queda claro la relación de marido y mujer, no vaya a ser que la censura de la época se enfadase, por no haber ejercido el sacramento del matrimonio.

A Felisa y Colás, se les puede considerar el precedente de Agamenón, creado en 1961 por Nené Estivill.

Como dato reseñable, debemos fijarnos en la firma utilizada por Ibáñez en la segunda historieta, no está precedida de la f, y además firma en mayúsculas.

Todas las imágenes de este artículo han sido extraídas del blog de Juan A.Ros.