Estamos muy cerca de que den comienzo las Olimpiadas de Rio 2016,  y por eso en esta ocasión quiero escribir sobre una de las mascotas olímpicas mas queridas y recordadas, con permiso de nuestro Cobi por supuesto.

Estoy hablando del osito Misha, el que fuese mascota de los Juegos Olímpicos de Moscú 1980.

El tierno osito, tuvo un gran éxito internacional a pesar del boicot, que sufrieron estos juegos por parte de numerosos países, boicotearon la cita olímpica en protesta por la invasión soviética de Afganistán iniciada el año anterior.

Misha fue diseñado por el ilustrador de libros infantiles Viktor Chizhikov. Al que encargaron que dibujase un oso pardo, ya que el oso, es un símbolo importante de Rusia.

Tuvo hasta su propia serie de dibujos animados, en la que no vemos a Misha, practicar ningún deporte por muy mascota olímpica que fuese.

Fueron 26 capítulos en los que se nos contaron las aventuras de Misha, que junto a su familia, abandonan la gran ciudad para irse a vivir a  Himadabeya, una remota aldea de 99 habitantes,  que lleva tres años aislada del mundo exterior tras la ruptura del puente del ferrocarril.

En Himadabeya, Misha tratará de adaptarse a un nuevo estilo de vida, en contacto directo con la naturaleza, y de hacer nuevas amistades.

Antes de esta serie que se popularizó a nivel mundial, nuestro osito, protagonizó, un cortometraje salido de los estudios Soyuzmultfilm, uno de los estudios de animación mas emblemáticos de la URSS.

En este cortometraje, la trama si tiene relación con el mundo del deporte. Una serie de animales tienen que competir en una carrera de obstáculos y el ganador se llevaría como premio competir como representante de la URSS en los Juegos Olímpicos. Misha a pesar de no entrar el primero en la meta, resultó ser el ganador por su deportividad, el coraje, y la ayuda a sus compañeros.