Bugs Bunny nació en 1940, pero a pesar de eso jugó un papel muy importante durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Para ponernos en situación, primero hay que decir que los dibujos animados en esos años, eran un entretenimiento para adultos, no fue hasta la llegada del televisor a los hogares americanos,cuando estos empezaron a estar destinados al público infantil. Así que durante la guerra, los dibujos animados también fueron utilizados con fines propagandísticos.

Por lo  que el Conejo de la Suerte, a partir de la entrada de Estados Unidos en guerra, tuvo que realizar una serie de trabajos cinematográficos para alimentar el odio al enemigo y mentalizarlo para la lucha.

Unos de sus primeros trabajos fue  el cortometraje titulado Any Bonds Today?  encargado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos (algo que podemos leer en los créditos iniciales) que solicitaba a los estadounidenses que comprasen bonos de guerra, el instrumento financiero que empleaban los Estados para financiar las operaciones militares durante un periodo de guerra.

Otro de sus trabajos fue el cortometraje Nips the Nips, realizado poco después del ataque japonés a Pearl Harbor estrenado en 1944,en el que se ridiculizaba al Imperio Japonés. Bugs Bunny llega a una isla del Pacífico, que se encuentra repleta de soldados japoneses, a los que se enfrentará, vencerá y expulsará de la isla. Este corto estuvo censurado durante mucho tiempo, por la visión racista que se da de los japoneses, calificándolos como «cara mono» y «ojos sesgados».

En 1945 realizó otro cortometraje de propaganda de guerra, titulado Herr Meets Hare , en este caso el blanco de sus burlas fueron los líderes nazi Hermann Göring y Adolfo Hitler.

Por la misma época fue nombrado miembro honorario del Cuerpo deMarines de EE.UU., después de aparecer con el uniforme de esta unidad en el corto ‘Super-Rabbit’, de 1943.

Además, Bugs Bunny ha sido mascota de cuatro escuadrones de bombarderos de la Fuerza Aérea estadounidense, así como del 14º Escuadrón de Reconocimiento Fotográfico.

Por suerte nuestro amigo Bugs Bunny, dejó estos belicosos encargos, y disfruta de unos esplendidos 76 años haciendo las delicias de público de todas las edades.